Magnífica reflexión del gran teólogo alemán sobre la histórica relación entre Francisco y el papa Inocencio III. Los retos de renovación de la Iglesia que apuntó el poverello siguen ahí más de ocho siglos después.
Jeremías era un profeta "quejica", con mala fama, pero necesario para atizar el acomodamiento del Pueblo de Dios. Necesitamos nuevos Jeremías para reconducir las iglesias vendidas al Poder y sacudir las conciencias de las autosatisfechas sociedades occidentales. El Éxodo y el lamento siempre son creativos...
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´El Nuevo Jeremías reflexiona desde su condición de cristiano, sin aditamentos, seguidor de Jesús de Nazaret.
Tú cíñete por tanto los costados, levántate y diles todo lo que yo te ordenaré, no tiembles ante ellos, de lo contrario, te haré temblar ante ellos. Hoy te constituyo en fortaleza, en muro de bronce frente a todo el país, frente a los reyes de Judá y sus jefes, frente a sus sacerdotes y el pueblo del país. Combatirán contra ti, pero no te vencerán.
Tú cíñete por tanto los costados, levántate y diles todo lo que yo te ordenaré, no tiembles ante ellos, de lo contrario, te haré temblar ante ellos. Hoy te constituyo en fortaleza, en muro de bronce frente a todo el país, frente a los reyes de Judá y sus jefes, frente a sus sacerdotes y el pueblo del país. Combatirán contra ti, pero no te vencerán.
Jer. 1, 4-5, 17-18
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El Papa Francisco es un seguidor de Jesus ,no un aspirante a seguidor,porque solo contemplas un aspecto del evangelio y no este en su totalidad
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