El día de San Isidro un catedrático gallego vino a visitar a su hijo en Villanueva del Pardillo (Madrid). Como católico practicante acudió a misa el domingo. En la homilía el párroco se despachó a gusto con el “gobierno de ZP nazi” que mata a los niños en el seno de sus madres, como que la ministra Leire Pajín asesina a ancianos permitiendo la eutanasia… El docente se levantó de su banco y desde el fondo de la iglesia increpó: “estamos en misa, no en un mítin”. Seguidamente cuatro parroquianos se levantaron y lo echaron a la fuerza. Esta es la iglesia tolerante y civilizada que se está imponiendo en España. Una Iglesia que, como se ve, sigue al pie de la letra las enseñanzas de paz y amor de Jesús de Nazaret. No es Cristo su referente, sino un concepto de Cruzada por el que hay que reconquistar la sociedad laicizada para los valores católicos (casi siempre en contradicción con los cristianos). Por eso no retroceden ante la violencia y la presión con tal de alcanzar sus sagrados objetivos, como la Iglesia de 1936 bendiciendo la masacre de Franco.
