El arzobispo de Madrid presidiendo la ceremonia del X aniversario del 11M
11 de marzo de 2014. Era su última actuación y no la podía desaprovechar, aunque haya había miembros de otras confesiones, aunque lo lógico hubiera sido un acto multiconfesional o laico. Al día siguiente elegían otro monarca de la Conferencia Episcopal y por eso el arzobispo de Madrid no se ajustó a lo que allí se dirimía: el homenaje a las víctimas del terrible atentado islamista (Rouco parecía tener dudas, como los conspiranoicos del TDT, Party, dijeron los medios de PRISA).
El meollo del discurso postrero del cardenal iba a otra cosa: a culminar su periplo de denuncia de la descristianización y secularización y mundanización de la sociedad española, que todo viene a ser lo mismo. Vamos, que somos unos pecadores, que nos hemos alejado de esa Civitas Dei rouquiana (una especie de nacional catolicismo posmoderno).
11 de marzo de 2014. Era su última actuación y no la podía desaprovechar, aunque haya había miembros de otras confesiones, aunque lo lógico hubiera sido un acto multiconfesional o laico. Al día siguiente elegían otro monarca de la Conferencia Episcopal y por eso el arzobispo de Madrid no se ajustó a lo que allí se dirimía: el homenaje a las víctimas del terrible atentado islamista (Rouco parecía tener dudas, como los conspiranoicos del TDT, Party, dijeron los medios de PRISA).
El meollo del discurso postrero del cardenal iba a otra cosa: a culminar su periplo de denuncia de la descristianización y secularización y mundanización de la sociedad española, que todo viene a ser lo mismo. Vamos, que somos unos pecadores, que nos hemos alejado de esa Civitas Dei rouquiana (una especie de nacional catolicismo posmoderno).
Rouco se fue fustigando. Él es un profeta agrio que tiene que cantarnos las verdades a los católicos de a pie, que en España somos, según su eminencia, casi todos, por mucho que nos hayamos descristianizado o no seamos conscientes de ello. Rouco, desde su pretendida "altura intelectual e espiritual", proclamó que el discurso de los políticos patrios no tiene nivel, aunque de eso se da cuenta cualquier bachiller... Pero lo más relevante del arzobispo de la Villa y Corte es que pusiera en la palestra términos avanzados, en línea con el pensamiento posmoderno que habla de postarte, postcine, postfeminismo... Por eso proclamó el postcristianismo... Otra cosa es el sentido que otorga a tal neologismo, cargándolo de su contrastada ideología posttridentina. Postcristianismo es lo que viene después de la terrible descristianización que asola a Europa y a este rincón suroccidental que fuera farol espiritual de Occidente. Ese postproceso nos conduce al Apocalipsis y sus signos los ve el prelado galaico con preclara mirada profética: matrimonio homosexual, falta de vocaciones, iglesias vacías, materialismo, relativismo moral, etc. no ve sin embargo las injusticias, el empobrecimiento y el déficit de derechos que ha acarreado el gobierno de SU derecha... Eso no es apocalíptico. Enfin que, según él, todo se resolvería con un retorno a la cristianización, a la Civitas Dei, al cesaropapismo que pergeño la sociedad del franquismo que Rouco parece añorar.
Monseñor Rouco Varela hace por fin mutis por el foro. Que vaya con Dios y nos deje a los cristianos con Jesucristo.
Monseñor Rouco Varela hace por fin mutis por el foro. Que vaya con Dios y nos deje a los cristianos con Jesucristo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario