Todos los esfuerzos de la
Conferencia Espiscopal Española, liderada por el visionario Rouco
Varela, se concentran en restaurar ese predominio de la Iglesia en la
sociedad española que la Constitución que hoy celebramos fue
mermando tras décadas de nacional catolicismo. Al oligárquico
Gobierno de Rajoy, que ahonda la fosa entre ricos y pobres, desmonta
derechos y arruina los servicios públicos, nuestros prelados le
perdonan todo porque ha cumplido con lo fundamental. Por fin se ha
restaurado la asignatura de religión como Dios manda, aunque eso
vaya contra la lógica contemporánea de un estado laico, aunque eso
no favorezca la auténtica evangelización de unos escolares que
desertan cada día más de los mensajes que Rouco y compañía
representan. Los ciudadanos quieren mensajes que les ayuden a salir
de sus angustias cotidianas, no medidas de perfume franquista y
autoritario. Pero para Rouco y cia los españoles no son ciudadanos
(por eso han arrumbado la Educación para la Ciudadanía) sino grey
que hay que adoctrinar. Así pues, la Iglesia contenta y de los pobres
cada día más cuantiosos que se encargue Cáritas y las damas de las
Conferencias de San Vicente de Paúl. Caridad al más rancio estilo
de cuando éramos un estado confesional que masacraba derechos y
vidas.
Jeremías era un profeta "quejica", con mala fama, pero necesario para atizar el acomodamiento del Pueblo de Dios. Necesitamos nuevos Jeremías para reconducir las iglesias vendidas al Poder y sacudir las conciencias de las autosatisfechas sociedades occidentales. El Éxodo y el lamento siempre son creativos...
¿QUÉ VAS A ENCONTRAR AQUÍ?
´El Nuevo Jeremías reflexiona desde su condición de cristiano, sin aditamentos, seguidor de Jesús de Nazaret.
Tú cíñete por tanto los costados, levántate y diles todo lo que yo te ordenaré, no tiembles ante ellos, de lo contrario, te haré temblar ante ellos. Hoy te constituyo en fortaleza, en muro de bronce frente a todo el país, frente a los reyes de Judá y sus jefes, frente a sus sacerdotes y el pueblo del país. Combatirán contra ti, pero no te vencerán.
Tú cíñete por tanto los costados, levántate y diles todo lo que yo te ordenaré, no tiembles ante ellos, de lo contrario, te haré temblar ante ellos. Hoy te constituyo en fortaleza, en muro de bronce frente a todo el país, frente a los reyes de Judá y sus jefes, frente a sus sacerdotes y el pueblo del país. Combatirán contra ti, pero no te vencerán.
Jer. 1, 4-5, 17-18
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