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´El Nuevo Jeremías reflexiona desde su condición de cristiano, sin aditamentos, seguidor de Jesús de Nazaret.

Tú cíñete por tanto los costados, levántate y diles todo lo que yo te ordenaré, no tiembles ante ellos, de lo contrario, te haré temblar ante ellos. Hoy te constituyo en fortaleza, en muro de bronce frente a todo el país, frente a los reyes de Judá y sus jefes, frente a sus sacerdotes y el pueblo del país. Combatirán contra ti, pero no te vencerán.
Jer. 1, 4-5, 17-18

jueves, 20 de febrero de 2014

POR SUS HECHOS LOS CONOCERÉIS (4): CATÓLICOS DEJAN MORIR A LOS EMIGRANTES Y ADEMÁS MIENTEN


Jorge Fernández Díaz alardea de ser un ferviente católico. Jorge Fernández Díaz es Ministro del Interior del Gobierno de España hoy. El tal Jorge es el último responsable subsidiario de la masacre producida en aguas ceutíes, donde perdieron la vida 15 subsaharianos, 15 seres humanos. Jorge Fernández Diaz intentó tapar las responsabilidades de la Guardia Civil tirando al negro pero sin darle, claro (si no hubiera sido tiro al blanco). El ministro mintió y, como proclama la educación católica, debía saber que la mentira tiene las patas cortas. El bueno de Jorge fue pillado in fraganti. Pecado venial contra el séptimo, pero en este caso podría ser mortal, habida cuenta de que su falacia cubre como una manta 15 cadáveres 15. Siguió mintiendo también el director de la Benemérita, amigo personal de Rajoy, ese otro católico que nunca miente. Pero las evidencias emergían de las aguas revueltas de la Gran Mentira que los medios afines -casi todos- querían meternos con calzador.

No sé si este ministro ha asimilado los sermones del Papa Francisco ante los cadáveres de emigrantes de Lampedusa, pero podría aplicarse el cuento..., aunque fuera como católico. Y, teniendo presente que en un gobierno como este no se puede actuar conforme la doctrina de la Santa Madre Igleisa en materia de inmigración (al menos como Bergoglio lo proclama), lo coherente sería que Jorge Fernández Diaz renunciase a su cargo, como Rajoy, Ana Matos, García Margallo, Fátima Bañez, San Gallardón y todo el Gobierno proclamado católico. Pero no renunciarán porque ni son católicos ni mucho menos cristianos, son oportunistas del poder que no respetan ni los básicos derechos humanos y, además, son mentirosos compulsivos. Por cierto,¿dónde están aquí los grupos pro vida? O es que la vida de un africano vale menos que la de un feto... ¿Dónde está Rouco y la jerarquía eclesiástica? Tan activos a la hora de denunciar condones, divorcios y prácticas abortivas... ¿Dónde está ese Francisco I de Lampedusa? ¿Por qué no protestan todos a coro por las concertinas, por el abuso sistemático de los derechos humanos que allí se practica? Por sus hechos los conoceréis.


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